lunes, 25 de febrero de 2008

Sesión 3 Módulo de Investigación

La comprensión un eslabón perdido.

Educar a un joven no es hacerle aprender algo que no sabía,

sino hacer de él, alguien que no existía.




Introducción.
La comprensión humana es una cosa compleja que debe hacer entender las razones del individuo, el por qué de sus actos. Es algo muy difícil y necesita una larga enseñanza a partir de los primeros niveles, pero es una necesidad fundamental para las relaciones humanas, en la ética entre nosotros, entre humanos, padres, hijos y extranjeros, es indispensable para entender lo que significa la solidaridad hacia los otros. Paradójicamente, es más fácil que un solo maestro enseñe bien la comprensión en primaria, antes de la catástrofe que supone la domesticación y el exceso de especialización que arranca en Secundaria y que acaba en la Universidad. Edgar Morín [1].



Desarrollo.

Tomé de manera textual el párrafo anterior, intrigada primero por saber quien era Edgar Morín [3], encontré una entrevista que le hicieran y donde se muestran pinceladas de su pensamiento, y las razones que lo llevaron a escribir “Los siete saberes necesarios para la educación del futuro”, no pretendo evidenciar mi grado de ignorancia sobre él, sin embargo creo que ya lo hice, de cualquier manera la lectura me pareció encantadora.



No pude evitar trasladar sus reflexiones al ámbito personal, recordando que en nuestra infancia la comprensión humana es tan natural y espontánea, seguramente se debe a que no hemos sido invadidos por tantos prejuicios o juicios de valor, el sentido del bien y del mal está sujeto a la influencia familiar así como a nuestras propias creencias.



Conforme avanzamos en nuestra formación, se agregan las normas establecidas por el grupo al que pertenecemos, nuestro mundo sin acotaciones empieza a moldearse a conveniencia, surge nuestro propio yo, navegamos en un proceso egocéntrico protegiendo ese espacio que creemos absolutamente nuestro. Es entonces cuando esos valores habrá que encaminarlos hacía una comprensión humana esa relación de empatía que nos dice “ponte en los zapatos del otro”.



Que cierto resulta el señalar que la comprensión humana es todo un aprendizaje, entonces ¿quien habrá de encargase de su enseñanza?, empezar desde nuestros hogares, los primeros instructores son los seres en que más confiamos, la esfera familiar escudo que todo protege, por supuesto que no es la isla de la fantasía, en variadas ocasiones se tienen problemas de comunicación, de entendimiento propiamente dicha, y el escudo se empieza a debilitar, el entorno cobra más fuerza y no siempre ésta influencia es positiva.

Se habla que el conocimiento que adquirimos es un proceso que comienza con una percepción y que sigue con una traducción y una reconstrucción, me hace recordar las teorías constructivistas planteadas por Piaget, la misma situación tiene respuestas distintas en distintos tiempos, como reaccioné ayer ante un problema o situación estuvo envuelto de un marco de emociones y sentimientos también, no todo es racional. Si no hubiese estado tan cansada es muy probable que no le gritara a mi hijo porque no recogió su habitación, trataría de contar hasta cien, respiraría profundo y recordaría que es un adolescente que su mente está en todo menos en misa. Pero olvidé que fui adolescente también, ahora mi rol es otro, adquiero una amnesia temporal, porque cuando analizo la situación se vuelve más comprensible. Y que hacer para que mi hijo comprenda, como generar esa empatía, no basta la comunicación. Estoy consciente de que pude actuar más apropiadamente.

El ser humano se sigue moldeando a lo largo de su vida, está en un constante aprender, dependerá entonces de su comprender como norme sus relaciones humanas.

Educar para comprender la naturaleza humana, saber que nuestras diferencias son las que nos permiten crecer, saber enfrentar los problemas con responsabilidad, pero sobre todo aportar para la solución de esos problemas, otros llamarían a esto ser proactivo.

Aparece con mayor intensidad la figura del educador, y cuales son los fines de la educación, visto desde una retórica social.

· La formación de ciudadanos amantes de su Patria, conscientes de sus deberes y sus derechos y de sus libertades fundamentales, con profundo sentido de responsabilidad y de respeto a la dignidad humana.

· Contribuir al desenvolvimiento pleno de la personalidad humana.

· Formar ciudadanos en una democracia en la que se conciben los intereses del individuo con los de la comunidad.

· Estimular el desarrollo de la solidaridad y la comprensión humana.

· Conservar y ampliar la herencia cultural, impartiendo conocimientos sobre la historia del hombre, las grandes obras de literatura y los conceptos filosóficos fundamentales. Castro (2).

Este modelo que impulsa Costa Rica, bien puede tomarse como universal, que país que se precie de atender los sistemas educativos y formar en valores a su población, no quisiera adoptar estos lineamientos.

Que cambios se habrán de producir para que el educador, el docente como suele llamarse ahora, sea el primero que haga suyos tan nobles pensamientos, dice Morín [1] “para vivir bien su profesión el profesor ha de re-encontrar la pasión y el eros en la misión de enseñar”.
Afortunadamente aún encontramos esos seres apasionados, que viven con intensidad manifiesta su labor docente. Siguen siendo luz en el camino de la educación, que se aferran a sus sueños de heredar un mundo mejor. Si bien es cierto que tantos avances tecnológicos, medios de comunicación e información empezaron aislando al ser humano, su uso orientado adecuadamente, intenta unirnos a través del tiempo y la distancia. Ya lo estamos viviendo, nuestro grupo de estudio es un ejemplo de ello. A través de sus pensamientos, inquietudes, buen humor y por qué no decirlo el carácter de algunos que se adivina recio, presumo de conocerlos más que a muchos que veo a diario. No lo considero casualidad, tenemos mucho en común, dejando las barreras de la edad y la distancia, nuestro entorno cultural con todas sus particularidades, hasta un lenguaje un tanto diferente, el objetivo que perseguimos, por la razón que fuere nos ha mantenido unidos.

Intento comprender las razones que guían a una persona para actuar de tal o cual manera, abro mi mente y estoy dispuesta a escuchar, principio de la comunicación, me libero de prejuicios, me despojo de mi egocentrismo natural, no pretendo ser el centro de una conversación, me pongo en los zapatos del otro, evito emitir juicios de valor, me muestro solidaria ante circunstancias ajenas, ¿qué más necesito para encontrar el eslabón perdido de la comprensión humana?.

No puedo quedarme solo con sentir el dolor ajeno, debo actuar para ayudar a aliviarlo, no tengo que hacerlo mío porque quizá me paralice y entonces no haga nada, tengo que reaccionar, no importa en que punto esté parada, estoy segura de que a cualquier lado que dirija la mirada habré de encontrar algo bueno que hacer, el punto es querer hacerlo.

Durante años he sido profesor en una Institución de Educación Superior, teniendo la enorme responsabilidad que esta labor implica, sin tener formación como educador en un inicio, pero con un enorme deseo de compartir en este espacio educativo, no solo el conocimiento de una asignatura, sino también el educar en valores.

Hice el compromiso de ser congruente, en pensamiento y obra. A la par de éste se han agregado otros retos, una preparación en docencia, y el seguir preparándome en todo sentido, cada generación es distinta no podemos quedarnos inmóviles, tenemos que cambiar con ella, pero no en lo esencial o profundo del pensamiento, todo puede mejorar, tenemos que empezar por nosotros mismos.

“Aceptar la responsabilidad de todos mis actos”

“Ser honesto y realista”

“Resaltar nuestra profesión y sus logros, para que sea apreciada y considerada como instrumento para la convivencia humana”, forman parte de mi código de ética”.

Debo resaltar que este código me fue entregado al egresar de mi Instituto, he vivido creyendo en él.


Morín también nos habla de una enseñanza educativa, la misión de esta enseñanza es trasmitir, no saber puro, sino una cultura que permita comprender nuestra condición y ayudarnos a vivir. Al mismo tiempo, debe favorecer una manera de pensar abierta y libre. Busca favorecer la autonomía del pensamiento.

Se dice que toda investigación nace de una idea, si esa idea va creciendo con la ayuda de un análisis riguroso, teniendo como objetivo una meta definida, que pretendo hacer con ella, para que va a servir, palabra importante, a quien va a beneficiar, que daño puedo provocar, es decir, mido sus alcances, si dedico un esfuerzo extraordinario, no por el trabajo que me cueste sino por el empeño que ponga en ello, y trabajo de acuerdo al código de ética preestablecido, quizá pueda hablar entonces que estoy empezando una investigación.





Conclusiones.

Tan compleja resulta la comprensión humana como el ser mismo, desde el vocablo hasta su interpretación hemos dado diferentes connotaciones, lo que a la vista resulta más simple tiene su propio encanto.



Como puede ser tan importante no solo apropiarse de la comprensión, sino ayudar a que ésta se desarrolle en otro individuo, y que ese eslabón de la cadena que une mi ancla al barco me permita llevarlo a feliz puerto.

Si puedo hacerlo bien, seguro lo lograré en todos los ámbitos de mi vida, con mi familia, mi trabajo, el entorno y habré puesto un granito de arena para dejar a mis hijos un ejemplo de vida, que mi 10 sea el cero para ellos y así sea para otras generaciones.



Aún cuando dediqué prácticamente todo este ensayo a la comprensión humana, y el intentar darle una interpretación adecuada, estuvo presente en todo momento el no olvidar citar de manera apropiada los documentos que me sirvieron de referencia para él mismo.

Considerando por supuesto el tema del plagio Rojas [4], no sólo en los trabajos científicos sino en todo aquello que escribimos y que no por el hecho de estar de acuerdo con un autor u otro, entonces nos queramos apropiar de su autoría. Es por ello que siendo congruente con mi código de ética resalté las citas en el espacio apropiado.













Referencias.
.
1. Rafael Miralles Lucerna, Universidad de Valencia.

Repensar la reforma, reformar el pensamiento.

Recuperado el 18 de febrero de 2008

http://www.uptc.edu.co/escuela_psicopedagogia/documentos/cuaderno_5-personaje_invitado.pdf



2. Julieta Castro Bonilla, Instituto de Investigación en Educación,

Universidad de Costa Rica.

Recuperado el 8 de febrero de 2008

http://revista.inie.ucr.ac.cr/articulos/esp-2007/archivos/quinquenio.pdf



3. Ramón E. Azócar A, Alquimia Política
Repensar la reforma educativa según "Edgar Morin"

Miércoles, 22 de febrero de 2006

http://www.analitica.com/va/sociedad/articulos/9544995.asp

4. Raúl Rojas Soriano, “Formación de investigadores educativos”
Edit. Plaza y Valdés, México 1992

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